Alguer, la ciudad principal de la Riviera del Corallo, es un antiguo burgo situado frente al mar, conocido por su gran elegancia y su ambiente relajante pero nunca aburrido. Aquí tenéis algunas sugerencias para pasar unos días memorables.
Fundada por los Doria en 1102, la ciudad no tardó en volverse un punto importante a nivel estratégico debido a su posición geográfica y a sus fondos marinos ricos en coral. Al final de un largo asedio que culminó con la batalla de Alguer de 1353, fue conquistada por los catalanoaragoneses que deportaron a los vencidos y repoblaron la ciudad con sus propios colonos. Tras complicadas vicisitudes dinásticas, la fortaleza acabó pasando a la Corona de España, a la que demostró su lealtad hasta tal punto que en 1541 recibió la visita del emperador Carlos V, quien la definiría como "bonita y bien asentada" y nombraría a sus habitantes "todos caballeros". Todavía hoy la lengua, la cultura y las tradiciones, como la representaciones sagradas y las famosas procesiones de Pascua, continúan siendo catalanas. De hecho, los alguereses siguen llamando la ciudad "Barcelonetta", es decir la pequeña Barcelona.
La catedral de Santa María, del siglo XVI, se encuentra el casco antiguo de la ciudad y es la sede de la diócesis de Alguer-Bosa. Representa uno de los símbolos de la ciudad catalana, con la torre del campanario que descuella sobre las casas, justo detrás del puerto. Construida con técnicas propias de la tradición catalana, por otro lado presenta una mezcla de características de diferentes épocas histórico-artísticas: en su interior, austero y con escasos elementos decorativos, resalta el majestuoso altar que atrae la atención de los visitantes.
Cerca del nuraga de Palmavera se hallan las playas más conocidas de Alguer: Le Bombarde e Il Lazzaretto. Prosiguiendo hacia Capo Caccia nos encontramos con la playa de Mugoni y su pinar, la playa del Tramariglio y Cala Dragunara.
Desde el casco antiguo de la ciudad se llega en sólo unos minutos al Lido de Alguer con sus establecimientos balnearios. A continuación se encuentran la playa de San Giovanni y la Pineta di Maria Pia con su respectiva playa que se extiende hasta la pedanía de Fertilia.
A unos diez kilómetros al sur de Alguer está la playa de la Speranza (así llamada por ser el último punto de atraque seguro antes de Bosa), con una longitud de varios kilómetros en los que se alternan arena y roca.
Alguer es una ciudad fortificada. Sus bastiones atestiguan las dominaciones que han tenido lugar a lo largo de los siglos. No hay que perderse el paseo por los bastiones, desde los de Marco Polo (en el lado oeste de la península) hasta los de Magellano (al este), así como tampoco las torres de defensa de San Giacomo, San Giovanni, Vincenzo Sulis y la Maddalena.
En el territorio de Alguer, a unos 12 km de la ciudad, se puede visitar el precioso complejo nurágico de Palmavera, compuesto por diferentes torres unidas entre sí. Este complejo alberga diferentes construcciones y en él han sido halladas muchas piezas que se exponen en los principales museos de Cerdeña (en Cagliari y Sassari). Visitar esta auténtica joya de la cultura nurágica es una manera ideal para descubrir a este pueblo tan antiguo.
En el precioso promontorio de Capo Caccia, a unos 24 km de Alguer, se encuentran estas increíbles y maravillosas formaciones cársticas, dentro de una zona marina protegida. Sólo es posible entrar en las grutas cuando lo permiten las condiciones meteorológicas marinas, sobre todo durante el verano. Para acceder a ellas existen dos posibilidades: por una escalinata de 656 escalones situada en la pared del macizo de Capo Caccia, la llamada Escala del Cabirol (en catalán), o bien por el mar, elección aconsejada si se quiere visitar también una parte de la fantástica costa de Alguer. Su interior es realmente maravilloso, los fondos marinos magníficos, el panorama espectacular y –con un poco de suerte– se pueden avistar también delfines.
El museo en el que se expone el llamado "oro rojo" está alojado en la hermosa y sugerente Villa Constantino. La exposición propone a los visitantes un recorrido para descubrir la historia, la cultura y la identidad de Alguer a través de la leyenda del coral, uno de los principales recursos del mar alguerés (no por casualidad ese tramo de costa lleva el nombre de Riviera del Corallo), utilizado desde la antigüedad para el culto y ligado a muchas tradiciones. Un viaje fascinante por el ecosistema marino de este rincón de Cerdeña que relata la historia del Corallium rubrum, un organismo vivo que sigue teniendo un gran valor para la ciudad y sus habitantes.
Es uno de los dos acuarios que existen en Cerdeña (el otro está en Cala Gonone). Se encuentra en pleno centro de la ciudad, a pocos metros de la torre de Sulis, por lo que se puede acceder fácilmente a pie. Cuenta con una rica exposición permanente de peces tanto de agua dulce como salada, y es el único de Italia que alberga ejemplares de pez piedra, uno de los más venenosos del mundo. Su atracción principal es una gran tortuga marina que pesa más de 100 kilos.
Se trata de la mayor necrópolis de la Cerdeña prenurágica. Situada en el interior, a unos 9 km de Alguer, fue descubierta por casualidad en 1903 durante unas excavaciones realizadas para construir una casa de labranza. En aquella ocasión se hallaron un cráneo humano y un vaso trípode. Las excavaciones posteriores en una decena de domus de janas sacaron a la luz otras 38 además de numerosos utensilios y objetos. La visita merece la pena.
Ver el atardecer en el paseo marítimo de Alguer es una experiencia única. Se trata de una de las costumbres más extendidas entre los habitantes de la ciudad, y para los turistas siempre resulta fascinante. En la parte del paseo marítimo dedicado a Marco Polo el ambiente es mágico, con sus bares y sus restaurantes que le aportan un toque de elegancia. Luego están el paseo Colombo, lugar por excelencia para tomar un aperitivo por la tarde-noche, y el Lido San Giovanni, desde el que se puede contemplar el sol caer detrás de Capo Caccia sentados en la arena. También se puede ver el atardecer desde el mismo promontorio de Capo Caccia. Una cita única con infinitos puntos de vista.